Predicar el evangelio y la sana doctrina para guiar a las personas a Cristo y así construir una vida que glorifique y honre a Dios, y que a través de la guía del Espíritu Santo seamos transformados a la imagen de Jesucristo.
Relacionarnos íntimamente con Dios para que a través del empoderamiento del Espíritu Santo vivamos para El en obediencia, amor y santidad, y para que por medio de nosotros se refleje nuestro Señor Jesucristo.